sábado, 10 de enero de 2015

Para que tu manuscrito no acabe en la papelera

Esta semana recibí la gran noticia de que una editorial quiere publicar el libro de uno de mis clientes. Ha sido un proyecto en el que he estado trabajando durante más de un año, asesorando en la construcción y redacción de la obra, estudiando el método más adecuado de publicación, seleccionando editoriales y, sobre todo, diseñando la presentación editorial.


No falla, una buena presentación editorial es la llave de tu éxito literario. ¿Por qué? Muy fácil. Porque es el escaparate de tu libro. Puedes haber escrito la obra que revolucionará la literatura en los próximos siglos, pero si no tienes una presentación  o ésta no es buena, ninguna editorial se animará a leerla y menos a publicarla. Ponte en la siguiente situación:



Llegas en la mañana a tu trabajo de lector en una editorial. En la mesa te encuentras con una pila de sobres llenos de manuscritos no solicitados que te han llegado por correo ordinario. De inmediato los tiras en la papelera de reciclaje (en la web de la empresa pone claramente que no se recibirán documentos por este medio).

Enciendes tu computadora. En el correo electrónico, la pesadilla de siempre: una larga lista de correos con manuscritos no solicitados. ¿Tu trabajo? Seleccionar las obras que responden a la línea de publicación de la editorial, leerlas (al menos en parte) y enviar al comité aquellas que puedan tener valor para la editorial. En medio de este trabajo te encuentras con un ensayo sobre setas (curioso pues la empresa en la que trabajas solo publica libros de ficción), cinco libros con errores ortográficos en la primera página y un mamotreto de 800 páginas cuyo título no deja muy claro de qué irá el libro.



















De repente, se hace la luz. En uno de los correos hay dos archivos adjuntos: la obra y una presentación editorial. Inmediatamente abres el segundo. En no más de dos página, bien redactadas e incluso con un diseño atractivo, descubres de qué va la obra, quién es el autor y que valor puede agregarle a tu empresa. Al final lees el manuscrito con simpatía pues, ¿acaso no mirarías con buenos ojos a un autor que ha demostrado tener la suficiente seriedad como para valorar tu trabajo y el de tu empresa?

La presentación editorial es el Curriculum Vitae de tu libro y como en una búsqueda de empleo, sólo evitarás la papelera si ésta es buena. Por ello, en los próximos días vamos a ver qué puntos contiene una presentación editorial y te daré un par de trucos para que la tuya destaque sobre todas las demás.

Ilustración realizada a partir de imagen de Vector Open Stoch



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